martes, 11 de octubre de 2011

Steven Paul Jobs


Steven Paul Jobs (n. 24 de febrero de 1955 en San Francisco, California, EE. UU.) es un empresario y magnate de los negocios del sector informático estadounidense, cofundador y ex-presidente ejecutivo de Apple Inc.[9] y máximo accionista individual de The Walt Disney Company. Es una de las más importantes figuras de la industria de la computación y del entretenimiento digital.
Junto al co-fundador de Apple, Steve Wozniak, Jobs ayudó a la popularización de la computadora personal a finales de los años 1970. Fue uno de los primeros en prever el potencial de los sistemas de Interfaz Gráfica de Usuario (GUI).
Después de tener problemas con la cúpula directiva de la empresa que él mismo fundó, Jobs fue despedido de Apple Computer en 1985, regresando a la compañía en 1997, donde ha sido director ejecutivo hasta el 24 de agosto del 2011.
Steve Jobs, cofundador de Apple, y Bill Gates -presidente de Microsoft, que conectó por videoconferencia vía satélite al mejor estilo del Big-Brother orwelliano- se dirigieron al público para proclamar que la rivalidad entre ambas empresas había terminado.
En otras circunstancias, hubiera sido sólo el oportuno rescate de una compañía en dificultades. En este caso tiene otras connotaciones: llegar a los millones de usuarios fieles al Mac -el ordenador estrella de Apple-, uno de los mercados más exigentes del mundo de la informática.
Aunque la inversión no da a Microsoft derecho a voto, nadie pone en duda la futura influencia de Gates en el destino de la empresa de la manzana.
El acuerdo supone un intercambio de tecnologías durante cinco años y la cooperación en el desarrollo de nuevas aplicaciones, como MacOffice98, un paquete de aplicaciones cuya anterior versión cuenta con más de ocho millones de usuarios.
Este acuerdo supone un hito en la historia de la informática personal, y resulta especialmente importante para el futuro de Internet. Por un lado, Internet Explorer, el programa de Microsoft para navegar por la red, se distribuirá con los ordenadores MacIntosh, por lo que dicho programa estará incluido en prácticamente todos los ordenadores personales que se vendan en el mundo.
Por otro, Apple y Microsoft trabajarán conjuntamente para que Java, el más famoso lenguaje de programación de la red, funcione correctamente en sus sistemas operativos.
Varias cosas quedan en el tintero: el futuro de los acuerdos que varias empresas firmaron con Apple para la fabricación de ordenadores clónicos -compatibles- Mac; la relación con Netscape, el gran competidor de Microsoft en Internet y "la guerra de los navegadores", pese a que fuentes de Apple han declarado que no tienen intención de rescindir los acuerdos de distribución, y, por último, la relación con Sun Microsystems, empresa creadora del lenguaje Java.
Mientras tanto, los usuarios de Mac se encuentran divididos en cuanto al acuerdo. Si bien muchos reconocen que sólo así podría salvarse a Apple, otros ven la unión como el fin de su independencia frente a la empresa que domina el mercado mundial. Esta independencia ha sido una de las características del usuario de ordenadores Apple.
Pero el mercado no sabe de fidelidades tecnológicas. Desde la renuncia de Gilbert Amelio, antiguo presidente de Apple, no han dejado de subir las acciones de la compañía, que alcanzaron su máximo anual el día en que se hizo público el acuerdo con Microsoft.
La anterior reticencia de los parqués al proyecto Apple y la actual euforia inversora se basa en la opinión generalizada de que el único plan de futuro de Amelio era la reducción de los precios de los equipos. La entrada de Microsoft -que cuenta con el respaldo de los inversores- y los nuevos ficahjes en el equipo directivo parecen haber roto cualquier otro resquicio de escepticismo.
El acuerdo cierra también disputas sobre la propiedad intelectual de algunos elementos de Windows, el principal producto de Microsoft, pero también alivia la constante vigilancia de la autoridades estadounidenses sobre el incumplimiento de las leyes antimonopolio. Todos sospecharían de Microsoft si comprara a su más directo competidor.
El nuevo equipo directivo de Apple Computer pondrá fin a lo que muchos consideran el culebrón informático del año y dará en un futuro la razón a los que aplaudían o abucheaban el acuerdo entre los dos grandes rivales de la informática personal.
La manzana y el garaje La historia dió la vuelta al mundo como perfecto ejemplo del sueño americano: Steve Jobs y Steve Wozniak, dos informáticos veinteañeros, diseñaron en un garaje el primer ordenador de una marca que poco después se convertiría en uno de los buques insignia de la informática personal.
Posteriormente, contrataban a John Sculley, por aquel entonces presidente de Pepsi, para que se hiciera cargo de la dirección de una nave demasiado grande para ellos. Poco tiempo después, Sculley tomaba una de las más difíciles decisiones: la destitución de Jobs por motivos estratégicos, episodio que, según el propio Sculley, no estuvo exento de lágrimas.
Los caminos de la empresa y el fundador se separaron, hasta que en 1996 Steve Jobs volvió a casa después de emprender varios proyectos con sus empresas Pixar , dedicada a la infografía y conocida por la película de animación Toy Story-, y Next, una empresa dedicada al diseño de sistemas operativos. La vuelta coincidió con tiempos en los que Apple había decidido entrar en la lucha por las cuotas de un mercado dominado por los PC, los clónicos y la fabricación oriental.
El pasado mes de julio, Gil Amelio renunciaba a su cargo y, desde entonces, Steve Jobs ha recorrido muchos despachos en busca del candidato ideal para un proyecto de renovación que ponga a Apple en el camino del futuro. El actual presidente de Eastman Kodak renunció, pero otros han aceptado al menos el reto de entrar en el consejo de administración, como Larry Ellison, presidente de Oracle y padre del Network Computer, un ordenador diseñado para su uso en red prescindiendo de los productos principales de Microsoft y Apple.